En todo proceso gráfico, el monitor cumple un rol fundamental, ya que es sobre este dispositivo que se toman las decisiones críticas y se realizan los ajustes necesarios que luego afectarán a la impresión final de un trabajo.
Sea cual sea el motivo, debemos asegurarnos que este dispositivo funcione de manera estable y “muestre” los colores de manera correcta, caso contrario, las decisiones tomadas pueden ocasionar problemas de impresión.
Un monitor calibrado también puede convertirse en una referencia válida a la hora de emular una prensa offset o cualquier otro dispositivo de impresión, reduciendo los costos de pruebas color, pero sobre todo, ahorrando tiempo en la producción de un trabajo de impresión. Un monitor calibrado es el comienzo para obtener un trabajo de calidad.